Un antes y un después de Tierra Santa

Desde hace mucho tiempo con mi esposa, Aurelina, teníamos la ilusión de peregrinar a Tierra Santa, para vivenciar el Evangelio pisando los mismos lugares que pisó Jesús en su tránsito por esta tierra...

Por diversas circunstancias, nos llevó varios años poder concretar ese sueño, cosa que finalmente pudimos hacer en julio pasado. Un beneficio de esta postergación, fue poder prepararnos mejor y para ello resultaron de enorme utilidad los más de veinte artículos publicados en la página web de San Josemaría bajo el título de "Huellas de Nuestra Fe", donde se van repasando los Santos Lugares con información histórica, arqueológica, muchas referencias a la predicación de San Josemaría y al viaje de Don Álvaro inmediatamente antes de su tránsito al cielo. Otrobeneficio fue la feliz coincidencia de poder viajar en 'el año de Don Álvaro' y que la construcción de Saxum -la casa de encuentros en recuerdo de Don Álvaro- ya sea una realidad por lo que nuestra estancia en Jerusalén fue doblemente emotiva.

Debido a las características del lugar (costumbres, geografía, idioma, etc.) es aconsejable ir en grupos con guías expertos en excursiones que salen regularmente desde Madrid y nuclean grupos de 30 a 40 personas de habla hispana con las cuales se convive los 8 días que dura el viaje.

Carpintería en Belén

La experiencia acumulada por los organizadores durante muchos años determina que desde el punto de vista logístico todo esté resuelto y se pueda sacar el máximo provecho a esos días pudiendo visitar la casi totalidad de los lugares mencionados en los Evangelios. Durante el viaje se sigue casi cronológicamente todo el tránsito de Jesús por Palestina, comenzando por Nazaret, recorriendo toda Galilea, y luego bajando a Judea para culminar en Jerusalén. El guía suele ser un sacerdote, que garantiza entre otras cosas la misa diaria que se celebra siempre en diferentes iglesias y santuarios, pero todos directamente relacionados con la vida de Jesús: la gruta de la Anunciación, la casa de Lázaro, Marta y María en Betania, el Monte de los Olivos (donde estamos en la foto de portada), el Santo Sepulcro, la iglesia del Cenáculo - la misma en que Don Álvaro celebró la última misa -, etc.

En la Basílica de la Natividad

Todo lo que tiene de bueno esta optimización del tiempo tiene como contrapartida que cada lugar se visita muy rápido y si bien se leen los pasajes del Evangelio relacionados y hay tiempo para la meditación personal, uno siempre se queda con la sensación que le hubiera gustado estar más tiempo recogido y poder rezar más en cada lugar.

Lo apretado de la agenda del grupo también hace imposible que se pueda desarrollar una agenda propia, que en nuestro caso era la ilusión de poder visitar Saxum ya en plena construcción. (Proyecto que inspirado por el deseo de San Josemaría y en memoria del Beato Álvaro del Portillo, fieles del Opus Dei junto con algunos cooperadores y amigos, están construyendo El Centro de Actividades Saxum donde se organizarán cursos de retiro espiritual y congr

esos, y el Centro de Recursos Multimedia Saxum que realizará actividades dirigidas a la orientación e información de visitantes y guías de turísticos de Tierra Santa, ayudándoles a ilustrar la herencia cristiana de la fe, así como sus raíces judías). Lamentablemente, esto no fue posible; pero pudimos visitar la sede de la Fundación Saxum en Jerusalén, donde el director de la construcción nos fue explicando todos los detalles y avances de la obra. Para ello se valió de una herramienta que estaba en funcionamiento desde la semana anterior y que eran las cámaras de monitoreo de la obra donde se podían ver desde distintos ángulos los trabajos en directo en tiempo real lo cual compensó en parte el no haber podido estar en el mismo lugar.

Paisaje típico de Galilea

Antes del viaje, un amigo que había estado en Tierra Santa hace unos años nos decía: "recordá que va a ser el viaje de tu vida, como lo fue de la mía" y efectivamente fue así. Hay realmente un antes y un después de esta experiencia; el evangelio se lee y entiende de manera diferente y con nuevas luces, son permanentes los recuerdos y todo queda grabado a fuego. Se comprende muy bien la ilusión de San Josemaría y el tesón de Don Álvaro en concretar este proyecto que tanto ayudará a todos los que puedan peregrinar a Tierra Santa. Luego de esta experiencia personal, tenemos clarísimo que uno de los principales aportes de Saxum va a ser proporcionar todos los medios para poder aprovechar al máximo los beneficios espirituales dedicando el tiempo adecuado a la reflexión y la oración combinado con las visitas a los santos lugares.

Rio Jordán, bautismo de Jesús