La revalorización del trabajo y el indeclinable amor a la libertad

Hace 11 años, junto a un grupo de amigos, fundó el diario El Observador. Hoy sigue al frente de esa empresa. Del mensaje recibido de San Josemaría Escrivá prefiere destacar dos aspectos: la revlorización del trabajo como servicio directísimo al bien común y el amor del Fundador del Opus Dei por la libertad, a la que defendía en todos los ambientes, especialmente frente a los fundamentalistas y fanáticos

Siempre he sentido un especial interés por la dinámica de los medios de comunicación y por su influencia en la conformación de la opinión pública, de sus hábitos, tendencias, opiniones y valores. Y me fascina, en particular, analizar el rol de la prensa escrita y ese difícil equilibrio que debe mantener en el ejercicio de la libertad, sin renunciar a la responsabilidad y a la calidad. Leía casi todos los diarios que se editaban en Uruguay -y que entonces eran muchos y muy variados-, accedía siempre que podía a la prensa extranjera y soñaba con la posibilidad de que existieran en Uruguay muchas publicaciones en las que, sin renunciar a la calidad informativa, supieran equilibrar el ejercicio de la libertad y la responsabilidad.

Sin desconocer los muy buenos medios que había y hay en Uruguay, nunca dejé de anhelar que se multiplicaran los órganos de prensa que destacaran por su modernidad y por ser ámbitos de trabajo para profesionales -periodistas y gerentes- amantes de la libertad y de la calidad. Y esos anhelos se transformaron en realidad con la fundación de El Observador en 1991. No lo podría cuantificar, pero sí reconozco que la predicación de San Josemaría Escrivá tuvo una influencia importante en mi dedicación a la tarea periodística. Después de todo, el amor a la libertad, la búsqueda del trabajo bien hecho, el respeto a la intimidad, eran puntos centrales de su predicación.

Del mensaje del nuevo santo, a quien tuve el privilegio de conocer personalmente en varias de las reuniones públicas que mantuvo durante su visita a Buenos Aires en 1974, me gustaría destacar dos aspectos. Por un lado, la revalorización del trabajo que, además de la especial dimensión espiritual que tiene en la vida de los cristianos, constituye un servicio directísimo al bien común de la sociedad y un elemento de realización personal. Por otro, su indeclinable amor a la libertad, que lo llevaba a defenderla y predicarla en todos los ambientes, especialmente frente a los fundamentalismos y fanatismos de todo tipo que amenazan conculcar ese inestimable don que Dios le dio a los hombres. Un amor a la libertad que, además, ha plasmado de forma indeleble en el Opus Dei.

La única preocupación de San Josemaría respecto a los medios (...) es que se respetara a los demás, amando y defendiendo la libertad de todos

La revalorización del trabajo tiene una importancia decisiva en la época en que nos ha tocado vivir. Además de llevarnos a valorar las tareas que cada uno desempeña sin importar la jerarquía que los hombres les asignamos, el mensaje de Escrivá impulsa a los cristianos y también a todos los hombres de buena voluntad a luchar contra el flagelo del desempleo no sólo por motivos económicos sino para rescatar la dignidad humana que el trabajo permite desarrollar en plenitud.

Su amor a la libertad, por otra parte, constituyó un elemento esencial de su predicación y no dudó en defenderla frente a posiciones sectarias que procuraban sofocarla. Ese respeto a la libertad, y a la consiguiente responsabilidad con que debe ejercerse, le llevó a defender la libertad de las conciencias y a no entrometerse nunca en asuntos temporales, que corresponden a la esfera de la libre decisión de cada uno.

Nunca en el Opus Dei me sugirieron o pidieron (...) que tratara un tema o soslayara otro, que privilegiara una información o que quitara otra

Por si de algo sirve, me interesa contar mi experiencia personal. Nunca en el Opus Dei me sugirieron o pidieron -pese a que algunos no logran o no quieren entenderlo- que debía editar un diario o dejar de hacerlo; ninguna autoridad de la Prelatura del Opus Dei me dijo que tratara un tema o soslayara otro, que privilegiara una información o que quitara otra. La única preocupación del Fundador del Opus Dei respecto a los medios de comunicación y a los miembros de la Prelatura que allí trabajan por decisión personal es que "se respetara a los demás, amando y defendiendo la libertad de todos los hombres". Las enseñanzas de Escrivá me han sido de enor­me utilidad durante estos años de actividad al frente de El Observador.

Ricardo Peirano, Abogado y periodista // Libro "San Josemaría y los uruguayos", año 2002